Energías renovables, generación de electricidad del océano

Nuestro planeta es rico en recursos naturales, y una de las fuentes más prometedoras pero aún poco explotadas son las olas del mar.

La generación de energía undimotriz, conocida como energía de las olas o energía undimotriz, es una tecnología en rápida evolución que proporciona energía limpia, renovable y sostenible. El mar representa una de las principales fuentes de energía renovable sin explotar del Planeta: ENEA y RSE han calculado que si se pudiera aprovechar la energía que proporcionan los océanos (movimiento de las olas, mareas, salinidad y gradiente térmico), se obtendrían hasta 80.000 TWh, es decir, unas cinco veces las necesidades anuales de electricidad del mundo.

La energía undimotriz se genera a través del movimiento cíclico de las olas del océano. Existen diversas tecnologías y enfoques para aprovechar este recurso, por ejemplo:

Dispositivos flotantes: están anclados al fondo del mar y pueden moverse libremente con la corriente marina, utilizando la energía cinética generada por las olas para accionar generadores de energía. Un ejemplo de dispositivos flotantes es la columna de agua oscilante, que utiliza el movimiento de las olas para hacer oscilar el aire dentro de una cámara de aire situada por encima del nivel del agua, generando energía.

Dispositivos fijos: están anclados en el fondo del mar y aprovechan la energía de las olas mediante el movimiento de las corrientes marinas, utilizando columnas de agua oscilantes. Los dispositivos fijos están diseñados para soportar la fuerza de las olas y transformarla en energía mecánica que luego puede utilizarse para generar electricidad.

La generación de energía a partir de las olas supone una energía renovable de bajo impacto ambiental, sin uso de combustibles fósiles y, por tanto, sin contribución a la generación de gases de efecto invernadero, y además los generadores pueden situarse lejos de la costa, minimizando la huella en tierra. Una de las principales ventajas de este sistema es la previsibilidad: las olas del océano siguen patrones que cambian según las estaciones y la meteorología, lo que hace relativamente fácil identificar qué lugares pueden generar más energía.

El sector de generación de energía de las olas sigue creciendo. En 2021, la capacidad total mundial de generación de energía undimotriz superaba los 20 MW, con plantas y proyectos en distintas partes del mundo. En los últimos años, varias innovaciones tecnológicas están haciendo realidad la energía marina: la última innovación procede de Italia, se llama PEWEC 2.0, desarrollada por Enea y el Politécnico de Turín, y es capaz de aprovechar la energía del mar Mediterráneo.

La versión final, con 525 kW de potencia, medirá 15x23x7,5 metros y pesará más de 1.000 toneladas. Promete no afectar a la fauna ni la flora marinas y combatir la erosión de las playas reduciendo la energía de las olas.

A pesar de sus ventajas, si este tipo de tecnología está poco explotada hasta la fecha es porque tropieza con importantes retos, por ejemplo:

Costes iniciales elevados: el diseño, la construcción y la puesta en marcha de los equipos marinos requieren una inversión considerable.

Resistencia a las condiciones marinas: las instalaciones deben ser resistentes a fuerzas marinas extremas, como huracanes, tormentas y corrosión, lo que requiere materiales específicos y resistentes.

Impacto medioambiental local: la construcción y colocación de los generadores puede tener un impacto negativo en el ecosistema marino, por ejemplo, al afectar a la fauna maurina o al transporte de arena. Es importante realizar estudios adecuados para minimizar estos impactos.

Un ejemplo bien conocido es el proyecto de energía mareomotriz MeyGen, en Escocia, una de las mayores centrales de generación de energía por olas marinas del mundo. Este proyecto consiste en una serie de turbinas submarinas instaladas en Pentland Firth y puede generar unos 6 MW de energía. Esta cantidad de energía puede abastecer a miles de hogares.

A pesar de los desafíos, la generación de energía a partir de fuentes renovables es esencial para minimizar el cambio climático, la generación de energía de las olas está ganando popularidad en todo el mundo. En el Reino Unido, Portugal y Australia están invirtiendo en proyectos piloto para aprovechar esta fuente renovable.

Ante la creciente necesidad de encontrar fuentes no contaminantes y, sobre todo, de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la generación de energía de las olas podría desempeñar un papel importante a la hora de proporcionar una fuente de energía limpia, segura y fiable para el futuro. Su combinación con otras fuentes de energía renovables podría contribuir significativamente a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y a mitigar el cambio climático.

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Tommaso Gobino

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